martes, 4 de marzo de 2014

Enseñando a mirar

No sólo es importante que los estudiantes sepan prestar atención al amplio mundo visual que nos rodea, sino que también sean capaces de prestar atención al poder y los efectos de las imágenes, que se plantean qué información nos trasmiten, qué pretenden hacernos ver y pensar…Hay que enseñar a que el alumnado sepa mirar las fotografías y entenderlas. En estos procesos se involucra lo racional, lo visual, lo auditivo, lo sensitivo, lo estético, lo emocional.

La educación en las escuelas debe hacerse cargo de esta formación audiovisual para el mundo contemporáneo, se enfrenta al desafío de lograr que lo visual resulte tan relevante como la palabra escrita y sea reconocida como un estimulante para el intelecto. Para ello, la escuela debe ir más allá de la dimensión textual de las fotografías analizando también lo que tratar de decir.



Para instruir esta mirada crítica y analítica de la imagen, es necesario prestar atención a varios aspectos:

-El poder de las imágenes. 

Los alumn@s deben ser conscientes del poder de las imágenes, y es que éstas son capaces de evocar multitud de sentimientos, de pensamientos…las imágenes nos estimulan, despiertan reacciones. Y es que son poderosos vehículos de transmisión de ideas y cumplen muchas funciones como la de aportar información y conocimientos, generar adhesión o rechazo, movilizar los afectos, proporcionar diversidad de sensaciones, generar placer o disfrute…


-La polisemia. 

Además las imágenes son polisémicas, pues no sólo tienen un significado si no que su apertura a múltiples significados hace que sean totalmente diferentes ante cada mirada, ante cada espectador, que  las interpreta según sus conocimientos y experiencias, de ahí la magia de las imágenes, podemos ver la misma fotografía pero ver mundos diferentes.

La polisemia de las imágenes puede llegar a explicar cierta sensación de falta de control o desorden en el trabajo pedagógico con ellas, sensación que es deseable animarse a transitar pues los resultados pueden ser insospechados.


-La relación entre palabras e imágenes. 

Una imagen vale más que mil palabras, muchas veces una imagen no necesita de ningún otro apoyo para expresar su significado, para llegar al espectador. Pero otras donde las palabras auxilian a las imágenes para entender, explicar y hacer hablar a aquellas instantáneas que parecen ofrecer resistencia al entendimiento y la comprensión.


Las palabras y las imágenes muchas veces están vinculadas, se cruzan, se responden, se desafían, pero nunca se confunden. Por ello las palabras deben ser complementos de las imágenes pero nunca cerrar totalmente su significado. 


-La relación entre ver y saber. 

Nuestros saberes configuran nuestras miradas por ello frente a una misma imagen no todos vemos lo mismo. Pero también es posible que, ante una experiencia visual, nos encontremos "viendo" más allá de lo que sabemos o de lo que esperábamos ver pues una imagen puede cuestionar nuestros saberes y desestabilizarlos. 


Por ello para trabajar las imágenes en la escuela hay que tener en cuenta sus poderes, que son polisémicas, ya que no todos vemos lo mismo cuando miramos. Se trata, junto con los alumnos, de enseñar y aprender a mirar, escrutando las imágenes desde distintos ángulos, reflexionando, imaginando con y a partir de ellas.

Para trabajar en el aula con una imagen se pueden realizar una serie de preguntas que permitan al alumno ir analizando lo que ve e interpretándolo...

a) preguntas basadas en la observación: ¿qué personas vemos en la imagen? ¿ qué características tienen?¿cómo visten?

b) preguntas orientadas a la deducción o inferencia al planteo de hipótesis interpretativas: ¿cuál es el tema o problema representado? ¿por qué los sujetos ocupan papeles diferentes?

c) preguntas vinculadas con el gusto, las sensaciones y/o las emociones personales: ¿qué les sugiere la imagen? ¿qué sienten al verla?

d) preguntas asociadas a aspectos cognitivos: ¿quién es el autor? ¿cómo es la técnica empleada por el artista?

e) preguntas motivadoras de la invención, la creatividad o la fantasía: ¿qué dicen los personajes? ¿qué título le pondrías?

f) preguntas proyectivas abiertas: ¿podía cambiar la vida del personaje, por qué? ¿cuáles crees que son sus proyectos o sueños?


Enseñar a traducir lo visual es enseñar a aplicar estrategias de traducción para entender la didáctica de lo audiovisual. Es necesario para ello que los estudiantes sean conscientes de la importancia de los elementos visuales además de poseer los conocimientos y destrezas que les permitan "pensar visualmente". 

Se puede enseñar a saber mirar, a ser analistas con las imágenes que se nos muestran, a ser capaces de entender más allá de la simple narrativa visual y adentrarnos en los significados mas profundos de cada imagen. 

El docente debe saber mostrar esa parte oculta al alumnado, enseñarles a mirar más allá, guiarles en el camino hacia la captura personal del mundo.

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