lunes, 24 de febrero de 2014

Capturando...valores

La fotografía es una gran trasmisora de valores e ideas y esta fuerza positiva puede ser utilizada en las aulas como herramienta transversal dentro de la educación en valores.

Gracias a la fotografía podemos abordar temas que pueden resultar conflictivos o que son más sensibles para abordarlos con las herramientas tradicionales, la fotografía es un recurso estimulante, cercano al alumnado y que por ello puede ser  muy útil para tratar de forma innovadora los valores. Por ejemplo podemos utilizar la imagen para concienciar a los alumn@s contra la violencia de género o a favor de la igualdad, pues la fotografía puede ser, además de bonita y artística, didáctica y sugerente, promoviendo la reflexión y el diálogo entre los alumn@s.

En un primer momento, la imagen impacta a la vista, también a la sensibilidad y a la emotividad del espectador y el docente debe saber aprovecharlo para promover el trabajo en el aula promoviendo que tras esa primera impresión haya una reflexión personal en la que entren en juego tanto la razón, imaginación como la libertad.

Con este recurso el docente tendrá la oportunidad de preparar a su alumado para el  mundo real en el que han de viven, y de hacer presente la educación en casi todo lo que  existe, con la fotografía podrá abordar la educación en valores aprovechando todo su potencial de emoción, sentimiento, arte, y belleza.

En algunos casos, la fotografía nos permitirá investigar  los problemas actuales de algunas  realidades del mundo,  además de analizar los valores que han sido trasmitidos a lo largo de la historia.


Así por ejemplo el docente puede utilizar la fotografía para provocar la reflexión del alumnado y ahondar en ciertos valores como el esfuerzo, la ayuda al prójimo, la lucha, la solidaridad, etc.


La posibilidad de integrarla sin dificultad al trabajo cotidiano de la clase es sin duda una de sus mayores ventajas pues es un elemento habitual en la vida de los jóvenes y podemos encontrar imágenes en cualquier espacio de la red o crearlas nosotros mismos sin apenas esfuerzo económico (cámaras reflex, compactas, de teléfonos móviles…) además de servir para la reflexión, puesto que brinda una realidad  llena de sentido, empujando al alumnado a valorar, a plantearse ciertas ideas y prejuicios.

Y es que gracias a la imagen se puede educar en valores, ya que, a través de ellas, se hacen presentes ideales y aspiraciones que estaban ocultos, de forma que, una fotografía puede convertirse en una invitación a llevarlos a la práctica.

El docente puede usar imágenes que reflejen la necesidad de integrar a personas diferentes al resto, por ejemplo de alumnos con necesidades especiales, para trasmitirles el valor de la tolerancia, la cooperación, el compañerismo…


Fotografías transgresoras que les inviten a pensar en ciertos valores subyacentes como la igualdad de género.


O la necesidad de la igualdad de roles entre los diferentes sexos, matizando la importancia de que tanto hombres como mujeres desempeñen valores similares por ejemplo en el cuidado y educación de los hijos. El análisis y la reflexión deben formar parte del visionado de las imágenes mostradas.


Para iniciar el conocimiento de otras culturas y sus valores.


Hablar sobre la igualdad de las razas, la tolerancia, etc.


O sobre problemáticas actuales como la pobreza, concienciando al alumnado de las dificultades reales de su entorno.


O valores más universales como el amor incondicional, la alegría…


La fotografía es sin duda una fuente inigualable de conocimiento y el docente debe saber aprovechar esa fuerza para que el alumnado analice su realidad más cercana, sus ideas, sus intereses y estereotipos y camine hacia un mundo más solidario.


Hay que iniciar a los jóvenes en el análisis de su realidad de forma estimulante, motivando su trabajo, dándoles un espacio para la reflexión y la creatividad, y dejando que ellos mismos capturen su propio mundo.

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